En 2022, más de 7.500 personas murieron atropelladas por vehículos en Estados Unidos, la cifra más alta desde 1981. De 2010 a 2021, las muertes de peatones aumentaron de 4.302 a 7.624, un incremento del 77%. Esto es alarmante si se tiene en cuenta que Estados Unidos tiene una de las tasas de caminatas más bajas del mundo y, sin embargo, mueren más estadounidenses por milla caminada que en casi cualquier otro lugar: alrededor de seis veces más que en el Reino Unido, Alemania, Dinamarca y los Países Bajos. El número de kilómetros caminados por los estadounidenses sigue disminuyendo, mientras que la tasa de mortalidad ha aumentado considerablemente.

Tanto si sale a dar un paseo nocturno como si cruza la calle para tomar un café, caminar no justifica formar parte de una estadística tan abultada. La devastadora oleada de muertes de peatones debe abordarse urgentemente desde una perspectiva sistémica, y la tecnología LiDAR puede ayudar a reducir considerablemente estas cifras. Aunque convertir las carreteras estadounidenses centradas en los coches en centradas en los peatones sería extremadamente caro, y quizás poco realista, la tecnología LiDAR puede proporcionar una solución que funcione sin alterar en gran medida la infraestructura existente.

Los sensores LiDAR estacionarios instalados en los cruces pueden controlar y detectar datos anónimos sobre el tráfico, como la identificación y el recuento de peatones que cruzan la calle imprudentemente, la medición del volumen de tráfico de vehículos y el exceso de velocidad de éstos. Un conocimiento detallado de la dinámica vial puede ayudar a reformar las políticas de transporte, como la prolongación de los tiempos de las señales de paso y la reducción de los límites de velocidad en los cruces propensos a accidentes. También puede utilizarse en tiempo real para ampliar el tiempo de señalización de un paso de peatones cuando un sensor detecta que un peatón está cruzando mientras el semáforo está a punto de cambiar.

La tecnología también puede ser utilizada por los urbanistas para identificar zonas potencialmente peligrosas para los peatones, como las mal iluminadas o con poca visibilidad. Esto puede ayudar a asignar eficazmente el presupuesto de transporte hacia las zonas que más lo necesitan para mejorar las aceras, el alumbrado público y los pasos de peatones.

La aplicación de los sensores LiDAR va más allá de la seguridad de los peatones en las aceras. En Estados Unidos, las muertes por accidentes ferroviarios ascendieron a 893 en 2021, un aumento del 20 % respecto al total de 744 en 2020 y el más alto desde 2007. Estas muertes son evitables con la implementación de cruces ferroviarios y plataformas de trenes inteligentes. Los sensores pueden vigilar continuamente las zonas alrededor de los trenes en busca de peatones, ciclistas o vehículos que estén peligrosamente cerca de las vías. En cualquier momento, si un vehículo o un peatón se encuentra en el paso a nivel o demasiado cerca del andén, los sensores pueden alertar al operador del tren para que actúe con rapidez y evite un peligro inminente.

En la actualidad, las cámaras se utilizan para rastrear y multar a las personas que cruzan las vías férreas cuando hay un tren cerca o si se saltan un semáforo en rojo. Esto plantea varios problemas. En primer lugar, la precisión de las cámaras se reduce mucho cuando está oscuro o durante la lluvia, la nieve, la niebla o las tormentas, por lo que si las condiciones meteorológicas no son perfectas, el seguimiento será impreciso. El alcance de la mayoría de las cámaras está limitado a 45 m, lo que no es suficiente para proteger grandes áreas.

Cuando las cámaras son precisas, vienen acompañadas de un riesgo de IPI. Las cámaras también hacen recaer la responsabilidad en las personas, que a menudo están distraídas o circulan con exceso de velocidad y es poco probable que se sientan amenazadas por la perspectiva de una multa. Las multas tampoco son aplicables a ningún medio de transporte que no tenga matrícula. Por último, y lo que es más importante, las cámaras son un enfoque reactivo: pueden ayudar en la identificación y aplicación de multas, pero no en la prevención.

Los sensores LiDAR, por su parte, están equipados para funcionar en cualquier condición meteorológica, de día o de noche, con un riesgo cero de PII. Por encima de todo, la implantación de soluciones de detección LiDAR garantiza que las ciudades y el tránsito se adelanten a los problemas de seguridad de los peatones en lugar de esperar a que se produzcan incidentes. Varias grandes ciudades ya han implantado soluciones LiDAR. Ciudades como San Francisco y Las Vegas utilizan esta tecnología para mejorar la fluidez del tráfico y la seguridad de los peatones en zonas muy transitadas. Ciudades de Florida utilizan estos sensores para evitar accidentes en puentes levadizos. Para marcar la diferencia a nivel nacional en la prevención de accidentes, los departamentos de transporte locales, estatales y federales deben ver más allá de las soluciones a corto plazo y hacer que nuestras ciudades sean más seguras. Ahora es el momento de hacer cambios radicales.

Con unas sólidas medidas de protección de la privacidad de los datos, la tecnología LiDAR es una solución clara y ágil para actuar en esta crisis urgente de muertes de peatones, cada vez más frecuentes y evitables.

 

Fuentes:

https://www.nytimes.com/2023/06/27/us/pedestrian-deaths-2022.html

https://usa.streetsblog.org/2023/04/14/exactly-how-much-less-america-walks-than-other-countries-in-five-charts

https://www.masstransitmag.com/technology/article/21236672/how-lidar-is-making-roads-safer-for-pedestrians-and-cyclists

https://theguardian.com/world/2018/sep/20/four-children-killed-as-train-hits-cargo-bike-at-dutch-level-crossing